Serra de Tramuntana: 10º aniversario como Patrimonio de la Humanidad

La Serra de Tramuntana, que debe su nombre al viento de tramontana, se extiende por el noroeste de Mallorca con una superficie de 30.700ha y 87km de longitud. Su pico más alto es el Puig Major (1.445m de altura), el más alto de la isla y de todas las Baleares. También cuenta con otras cumbres de gran envergadura como el Penyal des Migdia (1.398m), el Puig de Masanella (1.365m), el Puig Tomir (1103m) y L’Ofre (1.093m).

Otra particularidad de la Serra de Tramuntana son sus embalses, situados en la falda del Puig Major: el Cúber y el Gorg Blau, rodeados de pura naturaleza y parte del paisaje emblemático de Mallorca. Su belleza y su fácil acceso los convierten en un destino ideal para excursiones circulares de las que puede disfrutar toda la familia.

La Serra de Tramuntana fue declarada paisaje cultural y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011, hace diez años, por su “valor excepcional y universal, unas características que no se dan en otro lugar". Varios de los motivos que la Unesco ofreció para su declaración unánime como Patrimonio de la Humanidad fueron no sólo su ecosistema único y sus parajes vírgenes, sino también su cultura y su historia.

"El Paisaje Cultural de la Sierra de Tramontana (España), está situado en las abruptas laderas de una cadena montañosa paralela a la costa noroccidental de la isla de Mallorca. La agricultura milenaria en un ambiente con escasos recursos de agua ha transformado el terreno y muestra una red articulada de mecanismos de gestión del agua entre las distintas parcelas que es de origen feudal. El paisaje está formado por cultivos en terraza y mecanismos de distribución del agua interconectados que incluyen molinos hidráulicos, así como construcciones de piedra sin argamasa y granjas", declaró la Unesco.

Además de por sus paisajes y la convivencia del mar y la montaña, la Serra se caracteriza por sus hermosos pueblos y su carácter humano: Valldemossa, Fornalutx, Deia, son solo algunos de los rincones más encantadores que visitar. Y en pleno corazón de la Serra de Tramuntana se halla su capital comarcal, el bucólico pueblo de Sóller, que ofrece una de las vistas más románticas de la isla con sus atardeceres desde el Puerto, su tranvía que atraviesa las calles empedradas y su tren histórico que conecta el pueblo con la ciudad de Palma.

Sóller es también el punto de partida de numerosas rutas de senderismo y excursiones. Entre ellas, destacan:

• Sa Costera, una ruta de dificultad media con 3:45h de duración. Recorre la línea de mar desde el mirador de Ses Barques hasta Cala Tuent y ofrece unas vistas espectaculares del Mediterráneo, además de la flora y la vegetación autóctona de la Serra de Tramuntana.
• Port de Soller-Muleta Gran, una ruta de 2h de duración y de dificultad fácil. Se inicia en el Puerto de Soller, nada más bajar del tranvía, y pasa por el Torrent Major, la playa d’En Repic hasta Muleta Gran. Uno de los atractivos de esta ruta es la visita al faro des Cap Gros.
• Barranco de Biniaraix y Embalse de Cúber. Con una duración de 4h y dificultad media, es una de las rutas de senderismo más atractivas del Valle de Soller y la Serra de Tramuntana. Sus caminos empedrados y sus subidas por los riscos ofrecen unas vistas panorámicas de la Serra y una experiencia de primera mano del paisaje emblemático, simbiosis entre naturaleza y hombre, que la Unesco declaró paisaje cultural.

El ecosistema y paraje natural de Sóller ofrece una variedad de itinerarios muy apreciada entre los senderistas, precisamente por su combinación de montaña, mar y costa. Sus acantilados y sus profundas gargantas, sus frondosos bosques, sus amplios valles y sus viñedos, además de sus calas recónditas y sus embalses artificiales convierten a la Serra de Tramuntana y a su capital comarcal, Sóller, en un destino perfecto para que los amantes del senderismo y el caminar se aventuren por sus senderos y para que cualquier viajero descubra los encantos de la Tramuntana y de la Mallorca más auténtica.